JOSÉ SARAMAGO. ¡ADIÓS! (¿A DIOS?)

 

José de Sousa Saramago

 

Murió el 18 de junio de 2010, a los 87 años de edad, en Tías (Las Palmas, Canarias, España)

 

… murió como consecuencia de un fallo multiorgánico provocado por una leucemia crónica; no en la hoguera como hubieran preferido en el Vaticano.

 

Ensayo sobre la ceguera me impactó. Me hizo leer sitiéndome ciego en un mundo de ciegos.

 

Caín me divirtió. Mientras se confirmaba la polémica sobre su irreverente tratamiento de la religión (El Evangelio según Jesucristo, Memorial del Convento…), haciendo saltar chispas allá donde oliera a sotana, su irónica "pasada" por el Antiguo Testamento desde los ojos del infausto Caín me hizo soltar alguna que otra carcajada, como no lo había conseguido, en el mismo "orden de cosas", nadie desde el "gran filósofo" Enrique San Francisco. Y, por cierto, cerrando el libro tras su última página sigo sin entender a qué viene tanta polémica… no hace más que plantear en voz alta las dudas que sobre el compartamiento del "Hacedor" se le plantean a cualquiera que lea con un mínimo espíritu crítico el Antiguo Testamento, sea creyente o no.

 

Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1998, reconocimiento que no le hace mejor de lo que era y fue antes y después del mismo.

 

Fue miembro del Partido Comunista de Portugal pero no se implicó en el fangoso mundo de los políticos. Y era "paniberista", creía en una posible unión de España y Portugal (algo que, desde un punto de vista de sensatez histórica, no sería nada desdeñable… pero, ¡ah!, es algo que corresponde a los políticos… que carecen de sensatez y de memoria histórica)

 

No, desde luego que no será beatificado por ningún Papa; pero tal vez sea recordado por lo positivo más que la mayoría de ellos. En cualquier caso, se ganó hace tiempo un lugar en mi panteón particular.

 

Si hay un dios que juzga las almas liberadas de los cuerpos de los muertos, habrá recibido a Saramago, le habrá dado una palmada en la espalda y le habrá dicho algo parecido a ¡cómo me lo he pasado leyendo tus obras, eres un cachondo mental. Anda, pasa!