IGNACIO SAMPER – Pintura

Ignacio Samper pinta. Dicho así, sólo así, tal vez no sea entendido en toda la dimensión que pretendo darle… «pinta» es aquí «crea».

En estos días (hasta el 9 de octubre) un ramillete de sus obras está a la vista del público en «El Jardín de Serrano» (C/ Goya 6 y 8, Madrid) Y digo bien «a la vista del público» porque su exposición no es una muestra cerrada, en un espacio específico: sus lienzos están «ahí»; están en el marco de un centro comercial, integrados «en el paisaje» de compras y cafés, para regalarse a los ojos de quien pase y a quien su retina le avise de que además de trajes, vestidos, televisores, mesas y mostradores hay arte.

La obra expuesta, un ramillete de cerca de dos decenas de óleos sobre lienzo, es una colección de arte sobre arte; de pintura sobre pintura; una convergencia de los grandes maestros. Cada composición es una meditada e ingeniosa fusión de diferentes tiempos y estilos, sobre la base de grandes hitos de la historia de la pintura o de pequeños pero significativos detalles de la misma.

El Obrador de Sueños - El Taller, Ignacio Samper

Las Hilanderas y Las Meninas, de Velázquez, se fusionan en El Obrador de Sueños, de Ignacio Samper.

La composición «de cabecera» es El Obrador de Sueños (en algún lugar la he visto titulada como El Taller). En ella, Las Hilanderas de Velázquez sirve de marco a Las Meninas, que sustituye a la luminosa escena de jóvenes del fondo. Salvo las jóvenes sustituidas, Las Hilanderas están al completo; no así los personajes de las Meninas; sí están Doña Isabel de Velasco (única que mira a la Infanta, con actitud sumisa), Doña María Agustina Sarmiento de Sotomayor (a la izquierda de la Infanta; derecha del observador), Mari Bárbola, Nicolasito Pertusato, el perro, Velázquez y D. José Nieto Velázquez, al contraluz de la puerta del fondo); no está la Camarera Mayor Dª Marcela de Ulloa ni el Ayo de los Infantes D. Diego Ruiz de Azcona y tampoco los reyes (Felipe IV y Mariana de Austria) reflejados en el espejo del fondo, en su lugar palomas braquenianas, repetidas en los cuadros que adornan las paredes.

Bajo el título Maja Española Goya y Velázquez se fusionan. La Maja Desnuda, magistralmente «cubicada», sirve de epicentro. A la izquierda y atrás aparece el Cupido de La Venus del Espejo de Velázquez sosteniendo éste para que se refleje, dada su posición, tras la maja, no la faz sino la parte que en la obra del sevillano muestra Venus al espectador.

Son sólo dos ejemplos. Manieristas, Trabajo, Nacimiento, Azul y Rosa, La mamá del Arlequín, son otras de las composiciones más impactantes. Mondrian, Braque, Miró, Picasso, Kandinsky, Juan Gris, Modigliani, Cézanne, … se fusionan, prestan su obra y su estilo que pasa por el tamiz de Ignacio para exprimir su esencia. Contemporáneos, sí, en línea conceptual y expresiva; pero también clásicos como Velázquez, Goya, Georges de la Tour y hasta Fra Angelico, van Eyck, Massacio, Miguel Ángel o Botticelli, se ven o se «adivinan» en las diferentes composiciones expuestas.

El estilo de Ignacio se me antoja de un cubismo esencial, geométrico, fascicular, fruto de un estudio profundo de las líneas compositivas. La elaboración de sus composiciones es minuciosa, detallista, perfeccionista. Los colores limpios, trabajados, lúcidos, se combinan en transiciones suaves cuando ha lugar o en fuertes contrastes que crean claroscuros contundentes y producen efectos de profundidad, de tridemimensionalidad, de perspectiva.

Uno se queda con ganas de ver más.

2 Responses to IGNACIO SAMPER – Pintura

  1. cristina says:

    podrias informarme si sabeis el precio aproximado de una grabado de pequeñas dimensiones de ignacio samper.Muchas gracias

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