LLEGAR A TI

Perder los senderos que cruzan los trayectos vitales.

Perder el compás que permite cruzar.

.. y no saber si converger en el espacio y el tiempo es confluir en el ser.

¿Cómo llegar?

YOU DON’T KNOW WHAT IT MEANS TO ME

Just Listen and feel.

You don’t know what it means to me.

DEMENTIA VEL MORS

Mejor locura que muerte; pero si la cordura mantiene la llama de los pasados arrasados y no deja vencer a la locura que aniquile los recuerdos, que venga presta la muerte y siegue con su guadaña el tallo que ya se inclina.

Tal vez la locura… Locura que traiga la esperanza de un vacío repleto, aunque sea en la materia de un ser inerte.

 

MAGISTER

No hay palabras.

Y las palabras son lo menos importante, siendo el argumento…

OLVIDAR

¿Qué futuro olvidar?

Cualquier futuro posible.

¿Qué pasado desear?

Ninguno de los llegados

o todos los sucedidos.

 

Siempre el pasado.

 

¿Cómo olvidar aquello que en trance de sueño te dio la vida?

¿Cómo olvidar el tacto de una piel que electrizó tu alma?

¿Cómo olvidar el brillo de unos ojos repletos de ensueño?

 

 

¿Es más fácil olvidar un ayer de veinte años o de siete días?

 

 

(MI) BUEN AMOR

Hay heridas que jamás cicatrizan del todo. Están ahí y poco es lo que hace falta para que sangren de nuevo.

El tiempo y el espacio ponen de su parte gasas para ocluir y frenar la hemorragia; pero los mapas neuronales anidan en estantes de la mente que se alteran con sólo ver escrita una palabra; con sólo escuchar las notas de una melodía; con sólo detectar los sutiles efluvios de un aroma; con sólo adivinar trazos similares en la configuración de una sonrisa.

Hubo un principio que fluyó antes de treinta y seis mil días aún no finalizados; un principio de tactos en vuelo, de traiciones sin culpables, mas con presuntos implicados, que el tiempo y el espacio llevó al estante de las añoranzas recurrentes…

***

Las palabras vuelan aquí y allá. Para la mayor parte de los emisores son sólo herramientas superficiales y maltratadas. Pero pueden ser baúles repletos de contenidos que una vez abiertos transmitan la carga del espacio y el tiempo.

***

Y hay conjuntos de palabras ajenas, combinadas con melodías, que alteran de golpe los estantes de los recuerdos y reavivan sensaciones, olores, luminosidades, imágenes… sentimientos.

Y si lo sugiere la sonrisa sin reloj que quedó asociada para siempre a esas palabras y esa melodía…

 

Hay amores que se esfuman con los años. 
hay amores que su llama sigue viva. 
los inciertos, que son rosa y son espina. 
y hay amores de los buenos, como tú. 
hay amores que se siembran y florecen. 
hay amores que terminan en sequía. 
los que traen desengaños en la vida. 
y hay amores de los buenos, como tú. 
mi amor, mi buen amor, mi delirio. 
no pretendas que te olvide así, no más
que tu amor fue mar cuando sedienta. 
me arrimé a tu puerto a descansar. 
que tu amor, amor, sólo el que un día 
en tu pecho, vida mía, me dio la felicidad. 
Hay amores que nos llevan al abismo. 
hay amores que jamás se nos olvidan
los que dan toda ternura y fantasía. 
son amores de los buenos, como tú. 
Mi amor, mi buen amor, mi delirio. 
no pretendas que sea poco mi penar, 
que tu amor fue luz de pleno día 
cuando todo era oscuridad
que tu amor, amor sólo el que un día 
en tu pecho, vida mía, me dio la felicidad 
en tu pecho, vida mía, me dio la felicidad.

(letra: Estéfano)

 

 

La sed queda para quien sigue en el desierto.

 

ANTE LA MUERTE

mors

Tal vez en ese momento los condicionantes sean otros. Ahora, si pienso en ello, la afrontaría con calma y entereza, esperando que si hay un dios me dé unas cuantas explicaciones, y si no lo hay, ni hay nada más que lo más seguro: nada, con el afán de, finalmente, dejar de sufrir.

Pero, ¿Qué decir en el momento final? Tal vez secundaría lo que le dijo Karl Marx a Friedrich Engels cuando éste le preguntó si quería decir alguna última frase… y, sí, sin querer dejar ninguna, dejó una contundente:

¡Las últimas palabras son cosas de tontos que no han dicho lo suficiente mientras vivían!

CEREMONIAS CUMPLIDAS

2014-01-30 10.20.21

Ceremonias recurrentes. Necesarios cumplimientos de compromisos propios y medios.

Frío correspondiente a Janos agonizantes.

Dorado del Sol reverberante entre fachadas decimonónicas.

Templos de madera y cristal.

Libaciones de sacros néctares, con tonos aleatorios directamente lanzados al epicentro del cerebro.

Nada fuera sino frío y figuras invitadas a la vida de quien mira.

Nada dentro sino oficiantes de ceremonias ignorantes de la trascendencia de la sólo parcialmente cumplimentada.

Nada dentro sino altares huérfanos de cálices y oficiantes.

Nada dentro sino un cáliz huérfano de su mitad.

 

¿Frialdad dentro como fuera?

Más dentro del dentro que no es fuera tiembla el frío de inexistencias de razones.

Más dentro, el ápice de esperanza desesperanzada: queda el afán de esperar a la hora vorticial por si un milagro pliega el tiempo cuántico y se desmaterializan tres mil doscientas ochenta y siete rotaciones

No más espera… puntualidad, ayer.

 

Abandono el templo y transito el frío. Contemplo el azul con pinceladas blancas de nubes árticas sobre las que se recortan cuadrigas broncíneas. Contemplo diosas caminando siempre quietas en sus carros de tiros felinos y las puertas que conducen a pasados  y a retiros. Y contemplo calles que fueron temporales pasajes dormidos.

 

Y duele.

 

Me duelen los meñiques, sobre todo el derecho. La artrosis avanza como los años.

Me duele el abdomen, como casi siempre. ¿colon excitable?

Me duele la sangre que circula sistólica y diastólicamente alterada.

 

Me duelen los años que no tengo.

… me duele el alma que no tengo.

HACE OCHO AÑOS EN ¿COGITO, ERGO SVM? – NE ME QUITTE PAS

NE ME QUITTE PAS

ET S’ENFUIT.

A veces, por no decir siempre, no basta con desear algo, con rogar y suplicar. De nada vale prometer reinos, inventar palabras, desear ser la sombra de hombros, mejillas o manos… terminarás siendo el rey del reino… pero muerto.

Da igual hacer promesas de paraísos o de lunas cuando son otros los paraísos y las lunas triunfantes.

LUIS FEITO. PASIÓN INTERIOR

Luis Feito - Nº 179 (1960)

Por lo general, a los pintores, a los artistas consagrados, se les conoce en los libros: por obligación escolar, cuando el Arte es una asignatura; o por devoción, cuando el cerebro va uniendo estructuras plásticas con sensaciones pasionales.

No conformarse con el libro lleva a acercarse, en la medida de las posibilidades, al cuadro expuesto en el museo; allí, ante las auténticas dimensiones de la obra, se conoce definitivamente al pintor y a su creación.

Pero a Luis Feito no lo conocí ni en los libros ni en los museos. Alzaría poco más del metro cuando vi por primera vez una obra suya. Rodeados de reses en canal, de ristras de chorizos, morcillas y jamones y cubiertos por sábanas, conservándose tan frescos como las viandas, descansaban unos cuantos hermanos, hijos del autor, en el frío conservador de la trastienda de la carnicería de su padre. Las presentaciones corrieron a cargo de su hermano Ángel, amigo de los de mayúsculas de mi padre: una presentación tan llana y campechana como lo era quien la hacía: «y aquí están los huevos fritos de mi hermano«

Y no, no eran huevos fritos, por más que, cual respuesta al test de Rochard, el volumen, el color y la composición pudieran sugerir tal sentencia. Era tal vez pronto para que su esencia me llegara en la medida que por entonces me habían llegado Velázquez, Goya y Dalí, cuando el tamiz visual y cerebral se inclinaba por la realidad tratada; pero lo haría.

Tiempo después, en alguna ocasión estreché la mano creadora (confirmando que pueden con tales gestos transmitirse virus pero no talento) y me prendé de su obra del mismo modo que él mismo afirma crearla: por sentimiento, por impulso, por pasión interior.

Sabía, como sé, de su trascendencia, de su participación en la fundación de la asociación de artistas españoles «El Paso» con Canogar, Miralles, Saura…, de su proyección internacional, de sus incontables exposiciones, de sus premios y honores; pero siempre y antes fue alguien próximo «a través de«. Porque la mayor parte de las noticias sobre sus circunstancias vitales me llegaron a través de esa parte de su familia que en cierto modo era parte de la mía. Así supe de sus estancias en Montreal o en Nueva York, de sus regresos temporales a Madrid, de sus exposiciones, de que alguna de sus obras cobraba espacio en «el Reina Sofía», o de la inauguración en Oteruelo del Valle (Madrid) de una exposición permanente de una selecta parte de su obra. 

Al lado de esas «noticias familiares» estaba la aproximación a su obra. A sus comienzos figurativos, a sus escarceos cubistas y a su definitiva y prolífica maduración abstracta. A sus ocres, blancos y negros creadores de luz, a sus colores vivos planos de los 60, a sus rojos y negros de geometrías, de explosiones de sentimientos.

Le vi por última vez, hasta la fecha, el 22 de agosto de 2007 Aquel día, él sufría el dolor, el desgarro de la pérdida de uno de sus hermanos, el mismo que «me lo había presentado» y cuya muerte yo sentí como la que treinta años antes se llevó a mi padre, su amigo, casi su hermano.

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Recomendaciones:

Página dedicada a Luis Feito: todo sobre él y su obraaquí

Entrevista y selección de obra: aquí

 

 

 

QODATPEC

QL,PA

 

TVBCEPUMBA

BUCLES DE TIEMPO

Me conduje hacia el templo como mandan los ciclos. Transité por la vereda, hasta llegar a su encuentro.

Allí se alzaba, con su majestuosidad de siempre. Sus puertas, francas, me engulleron y su interior se me mostró con el mismo cuadro guardado en la memoria, mas hoy casi vacío de fieles, sin ceremonias en proceso.

El altar esperaba.

Pero yo no he querido ni acercarme, me he quedado a unos metros, contemplándolo… porque ya no es mío.

El altar vacío no puede albergar ya más lamentos. Aún quedan rescoldos en la hoguera en la que ardió sin consumirse la Luna, en la que el tiempo fue haciéndose cenizas y donde el último barco fue devorado desde el palo mayor hasta la crujía.

Y con la resolución de las heridas que ya no sangran, por más que hayan dejado cicatrices, comencé a ingerir el brebaje sagrado, con un punto de frialdad, casi de indiferencia. Pero como si las partículas subatómicas de mis cadenas de ADN estuvieran bailando cuánticamente en hoy y en ayer simultáneamente, transité las sensaciones de aquel otro treinta y de pronto, sentí unas irrefrenables ganas de llorar.

psai

JOAN MANUEL SERRAT, FELIZ CUMPLEAÑOS… Y, GRACIAS, MUCHAS GRACIAS.

Hoy cumple 69 años Joan Manuel Serrat (ja fa quaranta-nou anys que té vint anys).

Independientemente de la etapa vital que correspondiera, Joan Manuel Serrat ha sido el “narrador” de mi propia vida sentimental y ha ido marcando mi vida toda de alguna forma. Algunas de sus canciones de los 1960-1970, como La mujer que yo quiero, Tu nombre me sabe a hierba, La aristocracia del barrio, Fiesta, De cartón piedra, Penélope, Vagabundear, Como un gorrión… siguen sonando acompañadas del recuerdo de las sensaciones aportadas por todos los sentidos en el tránsito de la niñez a la adolescencia: la luz de un soleado Julio; el olor de la hierba seca y los cardos; el sonido de unas voces en juego, de la brisa entre las ramas de un ciruelo o de un regato de agua transitando entre las zarzas; el sabor de una mora recién cogida, de una manzana aún verde, o de una hoja de enredadera; el tacto de una corteza de pino, del lomo de una paciente yegua o de un grillo apresado entre las manos; y, además, van acompañadas de la imagen de un rostro que a modo de icono bizantino se convirtió en referente casi religioso de lo inalcanzable. El álbum Bienaventurados o A quien corresponda, junto con otras canciones, modularon y dibujaron el proceso de conformación de mis ideas sociopolíticas y mi conciencia sobre la realidad del ser. Mis gustos y aficiones y hasta mi vida profesional y mis relaciones de amistad se vieron retratadas, total o parcialmente por alguna de las perspectivas de análisis de sus canciones, como por ejemplo aquella Los fantasmas del Roxy en relación con el cine, Mi niñez o Barquito de Papel, respecto a mi infancia; Decir amigo, respecto a algunos matices de mi adolescencia y primera juventud… Después, Poema de Amor se convirtió en el símbolo de identidad de un nuevo desamor y con otros temas resistió el envite de nuevos “narradores”, como Presuntos Implicados. Me descubrió la poesía de Antonio Machado y Miguel Hernández y me impulsó a través de ellos a la de otros muchos maestros del verso. Su Lucía (versionada más tarde maravillosamente por Rosario) fue emblema y lamento; una premonición, encerrada en sus estrofas, que durante un tiempo permaneció velada por un hoy luminoso. Y en los últimos años, sus Cuando me vaya o Si la muerte pisa mi huerto han adquirido matices especialmente significativos… Se quedan muchas en el tintero; son tántos los sentimientos movidos por sus canciones que podría dedicarle mucho más que esta breve semblanza. Ahí está, por ejemplo, su Mediterráneo, una de sus obras maestras; Balada de Otoño, todo un manifiesto de la melancolía que tan presente ha estado en mi vida; Aquellas pequeñas cosas, tan relacionada con mi forma de ver la materia circundante; Ara que tinc vint anys y Fa vint anys que tinc vint anys, biográficas; Paraules d’amor, Cançó de matinada, Això qu’en diuen estar enamorat, El falcó, El mon està ben girat, Pueblo Blanco, Vencidos, y tantas y tantas otras… Ignacio Copani se acercó bastante a describir mis sentimientos respecto a la canción de mi ídolo en su Maldito Serrat

Vide:

Només paraules

Santoral del Día 27 de diciembre

Cumpleaños de Joan Manuel Serrat

Música

MEDIO MUNDO. MEDIO.

Los Fuelles insuflaron el aire necesario y apaciguaron su soplido para hacer posible la calma de la superficie especular del centro.

Allí estaba clavado el casco naranja.

Y la noche llegaba sólo parcialmente.

Más naranja, porque luce más en la tenue luz de la nada.

Los acordes de etanol modulaban los depósitos volcánicos y dirigían el coro de pingüinos.

El yo de acá transitaba meridianos y escuchaba la noche que era día… Y dolía.

Mañana fue nada y ayer se extinguió.

 

LISTAS ¿PERMANENTES?

¿Por qué algunos de los ítems de mi lista se empeñan en eliminarse?

Alguno de ellos, por salud, fue eliminado personalmente por más fuerza de voluntad en beneficio de terceros ítems que por convencimiento de pertinencia.

Otros, sin saber sus razones, parecen haberse conjurado para abandonar la lista…

… ¡peor para ellos!…

… porque como llegue el diluvio